miércoles, 12 de agosto de 2009
Don Carlos, de Friedrich Schiller
En el espacio mas pequeno que he visto hasta ahora y con nada en escena salvo un par de cubos negros, estan unos chicos ofreciendo, despues de 250 anos del nacimiento del autor, una version modernizada de esta obra, que desde que se escribio ha sido presentada en asociacion con una cantidad de diferentes realidades historicas. Aqui estamos en la Inglaterra de hoy, Posa es un lobbysta, las manos sangrantes de Felipe son las de Blair, probablemente. Y el Cardenal Inquisidor se ha trasformado en un Director de Inteligencia, ciego como (creo) en el original, y que como tal comete errores abismales. Y Alva...el mundo de hoy esta lleno de Alvas. Pero el texto es el de siempre, han tocado muy pcco. Don Carlos es tambien una tragedia romantica, de un amor imposible (I love my mother!). Desde luego tienen valor y sudan la camiseta estos chicos de Incrementum, una compania de Kent cuyo fundador y director, Thomas Probert, de 20 y pocos, ha estudiado Historia en Cambridge (me gusta que los actores sean lo mas culto de la sociedad civil y no al reves). Me acerco a decirles cuanto me gusta esta obra, cuanto me gusta que hayan querido lidiar con ella, en una sala asi, con 10 personas o menos en el publico. Y despues cuando ya estoy en la calle, una senora me llama, es la madre de Thomas y me da las gracias y me pide que vuelva a hablar con su hijo para darle animo y demostrarle que su amor para los clasicos no es antidiluviano, sino el unico camino para la libertad. Le he dicho que lo hare. www.incrementum.co.uk
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